Llegan
fechas de ilusión, de buenas intenciones, de propósitos de enmienda. Pero esto
cada vez es más difícil. ¿Dónde está la máxima de que el Gobierno debe proteger
a la persona y sus bienes, a la dignidad de las personas? ¡Y al mayor con más
razón!. ¿Cómo se reflota un país que no tiene empleo?. ¿Cómo creer en un
Gobierno cuando hace trampas? ¡Hasta jugando al solitario!
En
estos tiempos, me conformo con tres cosas. No crear falsas expectativas, como
es la llegada de muchos millones de euros de sopetón -tras tres años de
recortes-, pues nos llevará a una deuda que a saber como la pagaremos.
No
poner como excusa el peligro de más recortes y privatizaciones en educación y
sanidad, para no invertir en el resto de Departamentos. Y no insultar la
inteligencia de los ciudadanos.
Estás
días son fechas de luces y no lo digo por las que han dejado de funcionar en
las ciudades, autovías y plazas. Son fechas de niños/as felices y no lo digo
por los que tienen abuelos/as que pueden cuidar de ellos/as. Y son fechas de buenos
anhelos, donde deseamos a nuestros semejantes un Próspero Año Nuevo. Porque de
verdad lo deseamos, tras ver lo nefasto que ha sido para muchos millones de
españoles estos tres últimos años.
Lo
dicho, mis mejores deseos de Prosperidad para 2015.
Ya
lo dijo VOLTAIRE La mejor manera para hacer que la gente hable bien de
ti es hacerlo bien.