viernes, 7 de noviembre de 2014

No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados

Afortunadamente para unos cuantos miles de familias el invierno está llegando lentamente. Son familias que tienen que subsistir con los recortes, con los subsidios, con la ayuda de ONG, con el estómago más vacío que lleno y con la cabeza llena de indignación.
Son madres y padres que tienen hij@s a los que no pueden cubrir sus necesidades con dignidad. Esa dignidad que se han comido cual sapo.
Son familias que poco les preocupa ya el que dirán y a las que no se les puede engañar más, pues de sobras saben como se las gasta el gobierno de Rajoy y sus políticas de empleo.
Saben mucho más de economía, presupuestos, estadísticas y de cuentas de resultados que algunos especialistas… estás familias saben que ha subido el paro, el recibo de la luz y otras muchas cosas básicas. No les hace falta ver ni estadísticas ni marcadores, no les hace falta leer los últimos titulares lapidarios de unos Ministros incompetentes para resolver la realidad social que existe fuera de sus cuatro paredes.
Es lamentable el retroceso en el que nos vemos sumergidos en educación, sanidad, igualdad, transporte, carreteras, medios de comunicación…
Lo dicho el invierno está llegando, pero para unas familias, ancianos y niños/as será más frío que para otras. Ahora ya trabajar no basta para vivir, al igual que una pensión no da de si para tantos que mantener.
Ya lo dijo Adam Smith. “No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados”

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