Que el
machismo mata, a nadie le cabe duda. Y este año ya van 41 mujeres asesinadas.
Pero además el machismo también se lleva por delante a ascendentes y descendientes
de la mujer a la que se le quita la vida. El machismo deja huérfanas/os. El machismo
empaña nuestra sociedad. La lucha contra la violencia de género se gana con las campañas de sensibilización
social sostenidas en el tiempo, que en este momento son inexistentes, recuperando
asignaturas que la LOMCE ha eliminado, como son la igualdad y la violencia de
género del currículo escolar. No es de recibo la actitud del gobierno del PP, pues
el mirar para otro lado, el tener paralizada la Ley Integral, el silencio, en
nada ayuda a las mujeres a recuperar la confianza en el sistema.
Que la lucha contra la violencia de género ha sufrido un
retroceso evidente, a las cifras me remito. Y no lo digo de forma baladí, los
hijos/as de los maltratadores sabemos de lo que hablamos.
Se está recortando en formación, programas y en el
presupuesto económico desde
2011 en torno a un 30%. Se está desatendiendo el
fondo del problema. Se está haciendo oídos sordos a la sociedad, que clama por
la tolerancia cero ante cualquier muestra de violencia de género y una mayor cobertura
para las mujeres, los hijos/as y los huérfanos/as.
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