Andaba yo muy preocupada a inicios del mes de mayo, tras leerme el librillo de pocas páginas titulado “Indignaos” pues me parecía tan obvio, que no entendía el porque de su éxito. Después me explicaron que lo que ahí se relata los jóvenes poco o nada saben de ello. Pero yo seguía pensando que aunque no conocieran de donde venimos, la juventud estaban viviendo el presente y ni ante la noticias de cinco millones de parados, la sociedad se movilizaba. Ante la falta de empleo juvenil, los jóvenes se movilizaban. Ante la corrupción y el poder económico seguía sin haber nadie en la calle (como si lo han hecho en otros países).
Luego vino la sorpresa de “la tapadera verde”, por ejemplo, Los verdes al Ayuntamiento de Zaragoza, activistas de ultraderecha se cobijan en candidaturas ecológicas el próximo 22-M.
Y por fin el 15-M un grupo de jóvenes saltaron a los medios de comunicación (Mov. Democracia real ya), si bien es cierto que a través de redes sociales, foros, comentarios y demás, se quejaban de los que han creado la crisis económica (fundamentalmente la banca) y no han pagado, sino que los que estamos pagando somos los “curritos” (quien lo tenga).
Me alegre de que pasaran a la acción, de que se instalaran en las plazas “mayores”, ante la vista de todos. Me alegro de que la juventud siga siendo reivindicativa. La vida tiene etapas, y esa yo ya la queme, pero es bueno saber, sentir y ver que hay jóvenes con sangre en las venas. Ellos/as también podrán contar esta revolución a generaciones venideras.
Me alegro de ver que no haya una generación perdida, que a su vez iba a hacer perder esta experiencia a la generación venidera.
Luego vino la sorpresa de “la tapadera verde”, por ejemplo, Los verdes al Ayuntamiento de Zaragoza, activistas de ultraderecha se cobijan en candidaturas ecológicas el próximo 22-M.
Y por fin el 15-M un grupo de jóvenes saltaron a los medios de comunicación (Mov. Democracia real ya), si bien es cierto que a través de redes sociales, foros, comentarios y demás, se quejaban de los que han creado la crisis económica (fundamentalmente la banca) y no han pagado, sino que los que estamos pagando somos los “curritos” (quien lo tenga).
Me alegre de que pasaran a la acción, de que se instalaran en las plazas “mayores”, ante la vista de todos. Me alegro de que la juventud siga siendo reivindicativa. La vida tiene etapas, y esa yo ya la queme, pero es bueno saber, sentir y ver que hay jóvenes con sangre en las venas. Ellos/as también podrán contar esta revolución a generaciones venideras.
Me alegro de ver que no haya una generación perdida, que a su vez iba a hacer perder esta experiencia a la generación venidera.
Me alegro de que aún sigan en las plazas, de que sean los pepitos grillos de hoy.¡¡ Me alegro!!
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