miércoles, 19 de enero de 2011

Aquellos polvos

Tras el resultado del informe PISA, desde el PP y algunas federaciones y confederaciones de madres y padres de alumnos no paran de recordarnos que esto va a cambiar cuando llegue el PP al poder. Pero no se refieren al fracaso escolar sino a la ley que obligue al alumnado a ser sumiso y que se deje adoctrinar y a reconocer la autoridad del profesorado, es decir, a la vuelta a la zanahoria y el palo.
Quizás se debería seguir insistiendo en mejorar las competencias emocionales del profesorado, en un compromiso educativo del alumnado, en una formación permanente de los maestros y, desde luego, en el reconocimiento al buen educador. Aún existe profesorado que se expresa a gritos, o que utiliza los golpes sobre las mesas para llamar la atención, o que ridiculiza la sensibilidad de los chicos o de las chicas. Esto también influye en el resultado académico. Echo en falta un buen programa de conciliación en la comunidad educativa, una mayor implicación desde la inspección educativa y un mayor apoyo al alumnado con necesidades, así como la distribución –incluyendo a los centros concertados– del alumnado con discapacidades, credos, etnias o nacionalidades varias.
En fin, lo dicho: si aquello trajo estos lodos, ¿a qué nos abocaría de nuevo la derecha de este país?

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