Aprender a ahorrar

Allá por noviembre del 2008, leí un titular que decía “El parlamento europeo propone incluir la educación financiera en los estudios escolares”, me pareció un acierto y aún lo sigo pensando, pero solo se incluyó en 3º o 4º de la ESO en la Comunidad Valenciana este curso pasado.
Si bien es cierto que es necesario para ésta asignatura, la capacidad de una lectura comprensiva y crítica, conocimientos de cálculo y otras aptitudes elementales, y que determinadas encuestas parecen indicar que el alumnado del segundo ciclo de la ESO les falta mejorar dichas capacidades, creo que después de ver el nivel de endeudamiento alcanzado por tantas familias, se corre el riesgo de que estemos educado a nuestr@s hijos/as en seguir la moda y no en tener juicio propio ni un conocimiento económico básico.
¿Qué mejor protección al consumidor a través de un mayor conocimiento en materia de crédito y finanzas?. Acostumbrar a los niños a ser conscientes de sus pequeñas decisiones económicas es la mejor forma de ayudarles a adquirir buenos hábitos financieros.
Hay familias que entregan una “paga” semanal a sus vástagos y eso siempre me ha parecido un acierto frente a las familias que les han dado dinero cuando lo necesitaban, o ha sido utilizado como premio por recoger la habitación, sacar buenas notas... o castigarlos sin “paga”.
El objetivo de la “paga” debe ser que aprendan la importancia de gestionar bien su dinero. Una opción que aconsejan los expertos es la posibilidad de ganar algo extra por hacer ciertos trabajos adicionales. Así aprenderá a planificar teniendo unos ingresos regulares y además conocerá el valor de un trabajo bien hecho.
Saber gestionar el dinero y tener buenos hábitos en consumo son conocimientos necesarios para cuando se independicen el día de mañana.
Ya lo dijo Isócrates, una colección de bellas máximas es un tesoro más estimable que las riquezas.