viernes, 1 de enero de 2010

Nostalgia

Hay tres cosas que repito año tras año por motivos nostálgicos, a saber, la decoración del “árbol de navidad”, en recuerdo al que ponían en casa de mis abuelos maternos en donde nos reuníamos hasta doce personas a cenar y comer (Nochebuena y Navidad), decorado por la hermana pequeña de mi madre (el árbol) y casi todo lo allí colgado eran adornos de cristal, bien bolas o campanitas con badajo que al hacerlas sonar entre nuestras manos infantiles se desintegraban y perecían tras un recogedor y una escoba, con la coletilla del adulto de turno diciéndonos a la muchachería “ya os lo dije”.
La segunda cosa es escuchar (aunque me cuesta llorinas), El tamborilero cantando por Raphael, Un mundo mejor por Louis Armstrong y ver por la tele “el concierto de año nuevo”.
Y la tercera esta relacionada con el yantar, pues bien en nochebuena o nochevieja para cena uno de los platos tiene que llevar cardo y la comida del 1 de enero debe de ser un asado.
Por el camino se han ido quedando el Portal de Belén pues ya lo que preparamos más tiene que ver con un poblado entero, el escuchar villancicos a “tuti plen” pues lo único que conseguía era cargarme los altavoces, los saltos de esquí pues a esas horas más bien tengo los ojos “prietos” y los regalos de “Papa Noel y Reyes Magos” pues ahora los abrimos después de las campanadas.
Pero este año además una nueva ocurrencia... pues en la misma pantalla de televisión donde estábamos viendo el concierto, había una “ventana abierta”, en la que la primogénita de esta casa estaba jugando con la “plei”. ¡¡en fin... el tiempo avanza que es una barbaridad!!, ¿qué será lo próximo?
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