jueves, 21 de enero de 2010

Ideas

Leo en prensa una propuesta al Ayuntamiento de Huesca que me parece muy acertada , pues cuando las infractores son menores de edad, la sanción las acaban asumiéndolas sus padres, “por lo que si las sanciones fueran menores, estos podrían repercutirla de algún modo sobre el bolsillo de los menores, con lo que su efecto disuasorio podría ser mayor”.
Yo también pienso que es "mucho más efectiva una denuncia de 100 euros cobrada que otra de 1.000 euros sin cobrar. Pero sobre todo, el principio que debe imperar en todo servicio público no es el recaudatorio sino el de servicio, de seriedad y mantenimiento del principio de autoridad”.
En fin, como dice el refrán, las palabras mueven, el ejemplo arrastra.

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