miércoles, 9 de diciembre de 2009

Hay dos noticias que están dando vueltas en mi cabeza que no se muy bien como plasmarlas pero que me tiene el corazón intranquilo.
Una es por la activista saharaui Aminatu Haidar, en este momento “residente” en el aeropuerto de Lanzarote y en huelga de hambre tras ser expulsada por Marruecos, después de que las autoridades locales le requisaran el pasaporte por no querer poner en la ficha del control policial que su nacionalidad era marroquí.
Y la otra noticia es el secuestro de tres voluntarios que forman parte de una caravana humanitaria promovida por la ONG Barcelona Acció Solidaria.

Esta preocupación viene dada por toda la carga humana y emocional que supone no solo el error político cometido con Aminatu, sino todo lo que conlleva y sobrellevará tal acción por parte de todos, nosotros, ellos, los países (tanto los que están involucrados como los que no se quieren mojar…)

Y sobre los voluntarios, que puedo decir, pues que son personas que dejando al lado su espacio privado y familiar, sobreocupan su tiempo en velar por las necesidades de los demás sin nada a cambio…
En fin como decía el poema… Vivo sin vivir en mí, y de tal manera espero

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