lunes, 2 de noviembre de 2009

La bolsa o la vida

Primero supimos que el millón doscientas mil personas (o más, según los organizadores) que llenaron el centro de Madrid (el 17 de octubre) con gritos en contra del aborto eran poco más de 50.000 ciudadanos. Después nos enteremos de que el apoyo del PP a la protesta era un respaldo sólo a medias y estaba cargado de culpabilidad por haber gobernado ocho años sin encarcelar a las mujeres por interrumpir su embarazo, que es lo que reclaman los ultras del movimiento antiabortista.
Llegó luego la realidad parlamentaria y desmintió el bulo d eque esta ley sólo la apoya la izquierda. Esta misma semana, el otrora católico PNV anunció su apoyo a una reforma que consolida el derecho de la mujer a decidir cuándo quiere ser madre.
Los datos sociológicos que aporta la encuesta que ofreció Público (el 30 de octubre), demuestra que sólo el 12,5% de los ciudadanos considera el aborto un delito y aboga por prohibirlo.
Y para rematar, ahora sabemos que los días previos a la marcha antiaborto de Madrid, los líderes de las principales organizaciones convocantes estaban inmersos en una encarnizada discusión. En su edificante intercambio de correos electrónicos descubrimos su auténtica preocupación: era la bolsa, no la vida. (Salome García –Público 30.10.09)
HazteOír quiso vender su propio catálogo de productos de color rojo durante la manifestación, compitiendo en recaudación y visibilidad con los objetos blancos de la organización (Foro español de la familia), que vendió cerca de 20.000 camisetas y 5.000 banderas en completos “packs” familiares.
Es más os puedo decir que aquí en Teruel, los autobuses que salieron a Madrid fueron pagados por las APAs de los colegios concertados y aún así, en las convocatorias que colgaron por la ciudad se les pedía 18 euros a cada asistente.
La asociación que encabeza Ignacio Arsuaga, HazteOír, lidera el ultracatólicismo en España y las movilizaciones contra el Gobierno.

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