PREVISIÓN

Nos encontramos en pleno siglo XXI, donde las pizarras son digitales y en muchas de nuestras aulas se trabaja con tablet PC.
Centros donde se elaboran protocolos de convivencia y se estudia hasta en tres idiomas diferentes.
Recintos donde llevamos a estudiar a nuestros hijos, donde esperamos que las instalaciones sean también acorde al siglo en el que nos encontramos, pero parece que una vez más en Teruel las cosas no son así.
Hay colegios como el de Calamocha que se construyeron para albergar alrededor de cuatrocientos alumnos, que en la actualidad además de sobrepasar con creces este número también necesita más instalaciones de las que en un primer momento se construyeron.
Me niego a pensar que con todas las infraestructuras que se están realizando a lo largo y ancho de nuestra comunidad autónoma este sea un problema de recursos presupuestarios. No puede ser que en Monreal, Teruel o Calamocha, se esté a expensas de inversiones económicas, quiero pensar tras ver todo lo que se invierte en Zaragoza, que esto es falta de previsión.
Ya lo decía Cicerón, la evidencia es la más decisiva demostración, y nosotros aquí estamos tratando de uno de los pilares en los que a mi criterio se sustenta la sociedad, el de la educación.