martes, 4 de agosto de 2009

Evolución

No se como expresar mi alegría, no al hecho de que la semana pasada me publicaron dos cartas en Público sino porque hoy, al fin, me han publicado en El País la carta siguiente...
Ya se que estos días se han escrito ríos de tinta sobre los incendios en nuestra provincia, sobre los recursos que faltaban, sobre las hectáreas quemadas, sobre las medidas que hay que tomar en invierno para evitar incendios en verano.
Así pues yo no echare más leña al fuego, más bien quisiera llamar la atención sobre un hecho que ocurre no solo en nuestra provincia… el envejecimiento de la población… de pequeña “viví” algún incendio y las personas del pueblo tocaban la campana, se reunían en la plaza mayor o en el ayuntamiento y cogían los aperos para ir a apagar el fuego.
Ahora vienen los bomberos, brigadas de protección civil y militares, que con un poco de suerte, alguno de todos ellos conocen el suelo que pisan. Y que cuando no cuentan con maquinaria pesada y tampoco con medios aéreos por la proximidad del atardecer viene bien que gente del pueblo “participe“. Claro esta que eso se puede hacer cuando la población es joven, algo que esta vez se ha comprobado cuando hemos visto salir de los pueblos a los vecinos y hemos visto sus edades… Así pues seamos realistas, aprendamos de los errores cometidos. No voy a pedir que vuelvan los anuncios donde avisaban de no tirar las colillas por la ventanilla del coche, no dejar cristales en los montes o de no hacer fuegos. Pero habrá que pensar en este nueva circunstancia… la edad de la población y todo lo que conlleva.

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