viernes, 3 de octubre de 2008

Un sin vivir

No se como calificar estos últimos 15 días, han llegado noticias que me han mantenido en vilo, como por ejemplo la espera de resultados del referéndum constitucional, claro que si, me estoy refiriendo a Ecuador.

También la rabia que se siente cuando un banco (o llámense empresarios, o llámese avaricia, o llámese irresponsabilidad o falta de ética,) es capaz de arrastrar un parqué y hacer tambalear al resto de las Bolsas del mundo mundial. Ahh, eso sí, nada de pedir responsabilidades, borrón y cuenta nueva. Nuevas normas y a esperar que esto no vuelva a pasar.
Mientras tanto ahí están los impuestos de los curritos para tapar el agujero y que los de siempre vuelvan a negociar y sacar beneficios, una vez más, de sus no dineros.

Y algo que aquí paso durante mucho tiempo de puntillas, pues en mi “pueblo” a lo único se llegaba a adivinar, eran a los viejos verdes. Y solo cuando en EE.UU. empezaron a perseguir a los pederastas, salió a la luz las ramificaciones a través de internet apuntado a más países.
Se empezó a encender una luz en la sociedad, donde lo que hasta ahora no tenía cabida en nuestro pensar (...quien lo iba a pensar si parece que nunca a roto un plato, pero si los chicos lo quieren mucho, pero como íbamos a pensar de un monitor, etc, etc...) se han destapado verdaderas aberraciones no solo a adolescentes o pre-adolescentes sino a niños de pocos años y de meses.
No puedo evitarlo, se me enciende la sangre... son vidas que quedan marcadas...

Pues eso, un sin vivir, porque luego llega la vida cotidiana, esa donde día a día te enfrentas a lo que te toca muy directamente y te das cuenta que realmente estas indefenso ante todo lo que no sea trato directo. Pues hay empresas que ya no necesitan oficinas ni personas que te atiendan físicamente. Donde la palabra del consumidor no es NADA contra el error de un operario al que no ves.
Claro que... un clavo con otro se saca y he cambiado de compañía los tres móviles y el fijo. Lo que no conseguí que me atendieran cuando presente mis reclamaciones (llevo desde junio en estos menesteres) cuando pedí los cambios, fue un no parar de llamar.

Y para rematarlo, el desamparo ante una situación como la de ir al mostrador del Banco, te entregan unos billetes de los cuales no dudas, vas a pagar un paquete a Correos y uno de ellos te lo rechazan porque la máquina no lo admite.
Ya puedes explicar lo que quieras, es igual, la máquina no te lo admite. Da igual donde te lo hayan dado, no puede ser que La máquina falle con determinados billetes, o porque estén más viejitos o lo que sea, ahhh eso si, te lo devuelven y puedes entregarlo en otro sitio.
A ver, si no es bueno para usted no es bueno para nadie.
Que haces...la montas, llamas a la Policía para que compruebe si es realmente falso (aunque nadie se atreve a decir que es falso, sino que la máquina no lo admite).
Pues eso, ahora antes de entrar miro que tipo de comercio es, si en el establecimiento atienden personas de verdad o autómatas, si tienen maquinita que lee el dinero... como os cuento, un sin vivir...

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