Leo una noticia(*) la cual me alegra porque se lo difícil que es hacer funcionar un programa a base de voluntariado, pero al mismo tiempo me llena de indignación porque la labor que van a realizar es de sensibilización y prevención en diversos espacios naturales, cuando los que van a estos lugares/parajes deberían de ir concienciados de la importancia que tiene el “pulmón verde”.
No se cuando hemos perdido el norte, pero uno/a no puede ir con la idea de pasar las vacaciones o un día o el tiempo que sea en la naturaleza, para dejar su huella de... basura, destrozo de flora y ya no quiero pensar de fauna... algunas familias tienen churrumbeles, a los que no se les puede llamar la atención porque ahí están sus padres para recriminarte el que te dirijas a sus aprendices...
En fin, he visto llevarse a ciudadanos de las jardineras públicas, plantas para las ventanas de su casa o a sus hijit@s arrancar plantas y flores de los maceteros municipales, he visto adecentar calles y plazas de esta nuestra ciudad, al personal de limpieza y detrás de ellos a peatones tirar papeles sin importarles la proximidad de la papelera, ni la labor que acaban de realizar la persona que va delante de ellos con el carro de basura.
A veces me paro un rato a ver cuan hábiles se han vuelto en deshacerse de ese plástico, paquete de tabaco (acabado) papel o cáscaras de (pipas, pistachos, etc...) o como disimulan entre una media sonrisa de (orgullo?) al ver que sus retoños siguen sus pasos.
También me alegro de la campaña del ahorro energético (pues habrá gente que el regalo de dos bombillas de bajo consumo le parezca poco) pero ya ves, a mí casi me parece excesivo ya que yo hace tiempo que esa medida la tome, junto al ahorro de agua y el reciclado de materiales. Yo más bien creo que tendría que ir añadido un curso de concienciación o un manual de instrucciones, porque cuantos hay hoy en día que aún se dejan las luces encendidas (de las bombillas) al salir de una habitación a la que no se va a volver en muuuuchooo tiempo.
Bienvenidas sean todas las medidas e iniciativas que nos lleven a mejorar, porque un grano no hace granero pero ayuda al compañero.

(*) PERIÓDICO DE ARAGÓN 31/07/2008
Comprometidos con Aragón
Más de cien personas participan este año en el Programa de Voluntariado Medioambiental para informar y sensibilizar a la población sobre la naturaleza.
Un año más se pone en marcha el programa de Voluntariado Medioambiental y, en este caso, suman 136 los voluntarios y coordinadores que participan en él, una cifra superior a la registrada en ediciones anteriores. Esta iniciativa del Gobierno de Aragón e Ibercaja, que nació hace ya trece años, promueve la colaboración activa de los ciudadanos para conservar el patrimonio natural de la comunidad aragonesa. Los participantes trabajarán durante los meses estivales en labores de sensibilización y prevención en diversos espacios naturales. "Las zonas seleccionadas son las mismas que otros años. Ocho puntos de gran valor ecológico, bien distribuidos por el mapa aragonés", explicó ayer el director general de gestión forestal, Alberto Contreras, durante la recepción en Zaragoza de los voluntarios de esta décimotercera edición. Los lugares de trabajo son, una vez más, Guara, Los Valles, Ordesa, Moncayo, Riglos, Maestrazgo, Alto Ésera y Sierra de Albarracín.